Con su nacimiento de agua, que sacia a todo el pueblo y riega su vega, es lo más hermoso y rico lugar que podemos encontrar. Hoy en día, esa agua es aprovechada.
Al subir allí, ves su clara agua que fluye entre las rocas, su sonido te tranquiliza, y notas la vida que hay en todo tu alrededor.
Su vegetación, sus árboles, que dan sombra al visitante, un lugar para disfrutar de la naturaleza.
Cada rincón parece normal, pero cada uno oculta un secreto.
Todos aquellos enamorados que han escrito sus nombres en los troncos, con la esperanza de un amor puro como el agua cristalina que corre animada y vivamente por allí.
Cuando estás en el arroyo y miras hacia arriba, ves la sierra majestuosa que infunde respeto.
" Reina la quietud, se inhibe la brisa bravía,
aun vuela el último mirlo encantado,
mientras serpentea tenuemente el esbozo
de tu manantial.
Naces en la falda de la gran montaña Cárdena
¡OH! Agua celestial, mana de tu ancestral alameda
Agua cristalina, solidaria.
Mezcla de tierra gris y roquedo huérfano.
Agua, para el campesino, para el infante perdido.
Para los amantes fieles y cautivos.
Eres vida, esperanza y tenue luz.
A la sombra plácida de Sierra Gádor.
Se calman los fríos de las altas cumbres,
El cántico lejano de las rapaces, es armonioso
Proliferan los jazmines, el azahar
Y el viento atroz se corta.
El agua lechal se mezcla con la tierra gris,
Los hombres, huelen aún a parra
A Tomillo y a Mineral,
Y en las heladas noches, surge el
Calor de su morada.
Mi alma, recupera su ancestro para amarte.
Autor : Jose Maria Sánchez Fuentes.
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