La Garita, lugar emblemático de Dalías, es el nombre de nuestra asociación cultural,nacida en 1984. Estas fotos conmemoran los 25 años.
Formamos " La Garita" un grupo de personas cuyas edades oscilan entre los 10 y 60 años, aunque pedimos y recibimos ayuda de gente de mayor y menor edad.
Se nos puede definir como gente de Dalías sabedores de que el presente es solo el punto de encuentro entre el pasado y el futuro, y por eso, queremos poder hacer que nuestros niños y jóvenes conozcan nuestro pasado, las costumbres que nos hicieron ser como somos, amantes de las tradiciones y conocedores de la música. Por esta asociación ha pasado mucha gente ayudando y colaborando, y llevando y paseando el buen nombre de Dalías, sus costumbres y tradiciones, y sus bailes: el bolero, la petenera, la jota, la rueda, el olé... por toda la Alpujarra.
La asociación "Talia" y la Garita reciben la Medalla del Municipio
Festival de Música Tradicional de la Alpujarra. Premio al Rescate . Capileira, 11 de Agosto de 1996.
El grupo "La Garita" cargando con una parra se presenta en el escenario, para hacer la labor del encarpe
Esta actuación representa la labor del esparto, ya casi un poco olvidado y que tanta utilidad ha dado a las labores del campo, aprovechando el tiempo libre, e incluso de noche se hacía desde el cenacho para llevar la comida al campo, espuertas para el trabajo, incluso el propio calzado de las labores y los pastores, llamado "Agovías".
Fondón 10 de Agosto de 1997.
La Garita vuelve a traerse el premio al Rescate Tradicional. En esta ocasión presentan la labor artesana y primorosa del encaje de bolillo, que en su momento adornó ajuares, enaguas, casas, cortijos e incluso iglesias.
Grupo folklórico la Garita "La calera". Albondón 2001
Entre el limpio azul del cielo alpujarreño encontramos las pequeñas manchas blancas que conforman el paisaje urbano de nuestra comarca. Son las piedras calizas.
Hombre sudorosos cortando leña, trayendo piedras, horneando la calera, y luego dos días de fuego para hacer la piedra cal.
Cal, que permitía la desinfección del agua de los algibes, que impedía que "los saltones" se acercaran durante el verano a los riquísimos jamones alpujarreños, y que desinfectaban las viviendas donde había algún enfermo de tifus o "cólico miserere".
Quemar la calera requiere su saber y ciencia, así mismo para blanquear las paredes de las casas y corrales que hay que darle "el punto" a la cal para que no esté ni muy espesa ni muy clara, cuidando que no queden "santos".
Por último pretendemos que la humilde cal no quede en el olvido.
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