Seguimos en Dalias y sus parrales ,Que bonita se veía Dalias desde la caseta como solíamos llamar los nativos justo entrando desde la costa ,un valle todo verde y al fondo el pueblo con sus casas blancas y su Iglesia sobre sale junto con el ayuntamiento ,una estampa preciosa.
miércoles, 25 de octubre de 2017
lunes, 23 de octubre de 2017
viernes, 20 de octubre de 2017
Dalias y sus parras
La
parra Corazón de Cabrito .mis recuerdos.
Cuando
mi padre se caso siguió cuidando la tierra mis abuelos se vinieron
a vivir al pueblo.
Mis
hermanos y yo deseando salir de la escuela para irnos al cortijo a
hacer nuestras correrías, como digo antes el cortijo esta al pie del
cerro
Y
para llegar ,hay que subir una cuesta, pues bien al pie de dicha
cuesta ,estaba la parra corazón de cabrito que mi padre me contaba
que ya estaba allí cuando él era niño siempre la recordaba(mi
padre nació el 10 de abril 1900) yo la llamaba mi parra, el tronco
zubia de un bancal cuatro metro más bajo que el camino pegado al
balate su tronco retorcido y muy viejo yo a sin lo recuerdo,
brincaba del balate y subía unos metros hacia arriba dando además
de unas uvas exquisitas, sombra para subir la cuesta. Era difícil
coger las uvas tenias que poner unas escaleras pero yo trepaba por el
tronco de la parra y era la primera en comerlas, daba gusto pasa y
ver esos racimos de un color rosado muy intenso y tan dulces que para
mi eran únicas, el motivo de que fueran tan especiales según me
decía mi padre Es que salía de una lastra Que Se metía en la
tierra y que allí salió la ripiara y mi abuelo la injerto también
que estaba muy soleada.
Ya
no sé si por vieja o por el progreso del plástico la arrancaron yo
me he acordado toda mi vida de mi parra y añoraba las uvas de
corazón de cabrito aun que han pasado muchos año, mira por donde
la suerte que exista el Museo de Terque y esos hombres tan
maravillosos que luchan para que las parras no queden en el olvido,
“ya tengo otra parra de corazón de Cabrito” es muy nueva pero
justo el año pasado comí sus uvas, pues las parras al año de
plantarlas ya dan su fruto, tan bien gracias a los cuidados de mi
marido que al igual que yo adora las parras
Dalias28
de enero2013 Ana Lirola Aguilera
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